Los hijos perdidos de Lobezno

Repasando la hemeroteca nos hemos encontrado con una antigua aventura de Lobezno titulada “Wolverine: The jungle adventure”. Esta aventura de Lobezno de junio del año 1990 es muy interesante por varios motivos. El más importante es el trabajo de sus autores, Walter Simonson como guionista y Mike Mignola a los lápices. Sí, el mismo Mignola archiconocido por su creación Hellboy. Si estos no son motivos suficientes solo decir una cosa, en la última viñeta del comic aparece el hijo de Lobezno. ¿Ahora ya es más interesante verdad?

Vayamos por partes. Lobezno se dirige a la Tierra salvaje para descubrir quién está detrás de su intento de asesinato. A llegar con su nave la gente de la Tribu del fuego lo adoran como un Dios, todos menos Gahck, la líder de la tribu que lo reta a un combate. Obviamente no tiene nada que hacer contra Lobezno pero cuando ya han demostrado que no es un Dios él se ofrece a ayudarles con la cacería. Entretanto nace un pequeño romance entre Lobezno y Gahck pero cuando miembros de la tribu desaparecen el mutante lucha contra un Tiranosaurio robótico que lo conduce hasta Apocalipsis. Después de derrotar a Apocalipsis, aunque no el auténtico sino una copia robótica, Lobezno descubre que es el villano quien le hizo venir a la jungla y se vuelve a la civilización. Lo que no sabe es que en la Tierra salvaje no solo deja una amante sino también un hijo, Erista.

Akihiro, más conocido como Daken

Este no es el primer hijo desconocido para Lobezno. Con la dulce Itsu Akihiro tuvo otro niño fruto de una relación corta pero intensa. El chico creció y se convirtió en Daken, un feroz guerrero que ocupó su lugar como Lobezno en los Vengadores Oscuros de Norman Osborn. Recientemente se ha descubierto hijo del canadiense, aunque esta vez viene del futuro y, por lo tanto, el bueno de Logan tiene excusa. Se trata de Raze quién, como se deduce de su aspecto, es fruto de una relación con Raven Darkholme, Mística. Parece que ambos tienen un profundo odio hacia su padre. ¿Será falta de cariño cuando eran críos?

X-23, la hija genética de Lobezno

Finalmente, otra que también se podría considerar hija de Lobezno es Laura Kinney, conocida como X-23. La joven mutante probeta fue diseñada a partir de ADN modificado de Lobezno, con lo que considerar a éste su padre genético es perfectamente comprensible. Por suerte para el canadiense esta chica no lo odia. También es bueno saber que no todos tus hijos te quieren ver muerto.

Volviendo ahora al pequeño Erista, especulemos un poco. De momento no se le ha visto el pelo por la Tierra del Universo-616. Si partimos de la idea de que 5 años reales vienen a ser un año Marvel el crio debería estar ahora entre los 5 o 6 años. A esta edad y viviendo en la Tierra salvaje seguro que ha madurado bastante y es probable que se le hayan despertado sus poderes mutantes. Así que, ¿Qué será del pequeño Lobezno?

Erista en brazos de su madre Gahck

Vamos a proponer un posible escenario. Lobezno, director de la Escuela Jean Grey para jóvenes talentos vuelve a la Tierra salvaje años después. Por culpa de una batalla con un villano con poderes químicos varios de los alumnos han sido envenenados por una toxina mortal. Bestia ha estado intentando sintetizar un antídoto pero le faltan unas bayas que solo crecen en la Tierra salvaje. Bestia, Lobezno y el Hombre de hielo vuelan hacia la Tierra salvaje para conseguirlas. Allí son atacados por la fauna local pero lo solucionan sin demasiados problemas. Al buscar las bayas se encuentran con una partida de caza de la Tribu del fuego, quienes reconocen a Lobezno y le piden que vaya a sanar a su líder Gahck. Por lo visto la salvaje sufre una infección severa en unas heridas que se hizo cazando. Hank McCoy la inspecciona pero ya no puede hacer nada por ella.

Con sus últimas palabras la hasta entonces líder de la Tribu del fuego le pide a Lobezno que se lleva a Erista, el hijo que tuvieron entre ambos tiempo atrás y que Logan desconocía. Ella cree que el chico está destinado a ser un héroe como su padre y piensa que la Tierra salvaje limita sus opciones de alcanzar todo su potencial. Lobezno acepta la última voluntad de la que un tiempo atrás fue su amada y se llevan al chico a la Escuela. Una vez allí y con los estudiantes curados analizan la situación. Tienen un niño de 6 años que solo habla el idioma de la Tribu del fuego y que solo piensa en cazar. Nunca ha visto nada de lo que le rodea ahora, no está acostumbrado a tratar con gente y ni mucho menos con su recientemente descubierto padre.